viernes, 16 de septiembre de 2011


David Wilkerson Today



FRIDAY, SEPTEMBER 16, 2011



¡NO ESTÁ LISTO PARA LUCHAR!

by David Wilkerson

[May 19, 1931 – April 27, 2011]



Supongamos que un entrenador de boxeo lleva a su luchador a un campo de

entrenamiento aislado y pasa toda la sesión de entrenamiento preparando

psicológicamente a su hombre para la gran pelea. Él le dice: "Yo estaré

contigo en primera fila, Nunca dejaré de estar a tu lado. Aquí está una

lista de los grandes boxeadores del pasado, estudia todos sus movimientos. No

tienes que sufrir entrenamientos duros. ¡Te dije que eres un ganador y mi

palabra es todo lo que necesitas! Yo te daré algunos diagramas sobre cómo

derrotar al hombre monstruo cuando subas al ring para pelear contra él! "



¿Qué clase de entrenador hace esto? ¡Absolutamente absurdo! ¿Qué haría un

buen entrenador? El encontraría al mejor boxeador y ¡subiría a su hombre al

ring para pelear con él!



Amado, ¿cuántos cristianos se llaman a sí mismos guerreros sin haber sido

jamás probados o capacitados? Oímos mucho acerca de los muchos guerreros en

esta nación. Pero la triste verdad es que la gran mayoría de ellos ¡nunca

han estado en la batalla! ¡Ellos no han sido entrenados y no están listos

para luchar!



Hace poco le pregunté al Señor por qué muchos de los verdaderos creyentes

están pasando por tiempos tan pesados, tan duros. ¿Por qué estos

sufrimientos tan profundos? Le pregunté, "¿Por qué muchos están siendo

probados hasta el límite?"



Dios sabe que Satanás será desatado en la tierra para su última hora de

batalla. Y el Señor va a necesitar guerreros bien entrenados que prevalecerán

sobre todos los poderes del infierno. En este momento, Él está haciendo una

obra rápida en su remanente -se llama ¡entrenamiento de crisis!



Estos sufrimientos y pruebas profundas de los santos están formando a los

capitanes de Su ejército de los últimos días. Dios está poniendo en ellos

el Espíritu Santo guerrero y Él está sacando soldados que han sido probados

porque han luchado con Dios. ¡Cuanto más sufren y más intensa es la prueba

mayor es la obra que Él tiene preparada para ellos!



Este tipo de entrenamiento demanda disciplina física y espiritual. Jacob

lanzó todo su cuerpo a la batalla, toda su capacidad humana. Un espíritu de

lucha se había levantado dentro de él y la Escritura dice: "En su fuerza él

luchó con Dios" (Oseas 12:3).



Este versículo tiene un gran significado para todos los que quieren prevalecer

en la oración. Dice que Jacob ganó la batalla "en su fuerza." Querido Amado,

si usted va a prevalecer en estos últimos días ¡usted va a tener que poner

todo su cuerpo y fuerza en ello!



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